Reinterpretar los síntomas
Cuando llevamos cierto tiempo sintiendo ansiedad, vamos relacionando ciertos síntomas (físicos, emocionales i mentales) con el estado propio de la ansiedad.
Algunos de estos síntomas los convertimos en avisadores de que la ansiedad está llegando, y si hemos desarrollado algunas estrategias para gestionar ese momento (relajación, cambio de hábitos, respiración, etc.) podemos superarlo sin llegar a sentir la ansiedad.
Otros síntomas quizás no sean precursores de momentos de ansiedad, pero los hemos convertido en eso, en provocadores de ello.
En este artículo se trata de de volver a darle significado a los síntomas que hemos catalogado como anticipadores de momentos de ansiedad.
Un dolor de cabeza puede ser eso, un dolor de cabeza, sin otras lecturas.
Una indigestión puede ser eso, una indigestión.
Un momento de desánimo puede ser eso, un momento de desánimo, sin más.
De hecho, todos los síntomas son eso, síntomas. Entonces, una vez más, la pregunta...
Que es la ansiedad?
Desde este punto de vista, la ansiedad bien puede ser un síntomas más.
Y una reflexión:
Entonces, la ansiedad responde a algo que nos sucede (síntoma) o a una interpetación de lo que nos sucede?
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