Ansiedad, en busca del corazón
“Cuando el sentir pide paso”
Un momento de un día inesperado
decides ordenar ideas y sentires
en el silencio de un amanecer que tan sólo despunta
y el mundo parece dormir, incluso no existir.
El impulso nace, de vaciarte en la libreta.
La mano parece tener vida propia
y las palabras se escriben casi solas.
Algo de adentro se queda en paz.
El sentir pide paso y sólo puedo permitirlo.
Dedicarse un momento para recapitular, hacer balance y actualizar la ficha.
A modo de ejercicio de autoindagación, se proponen 4 preguntas:
A modo de ejercicio de autoindagación, se proponen 4 preguntas:
- ¿De que voy tomando consciencia?
- ¿Que creo al respecto?
- ¿Que siento?
- ¿Que aprendo?
Aquí presentamos a modo de ejemplo el testimonio de un colaborador de AnsiosaMente.
Voy tomando consciencia:
- Un poco de estrés, ahora representa mucho desgaste. Me pone en un estado de alerta y tensión muy alto.
- Evito reuniones familiares.
- Evito quedar con la mayoría de amigos.
- He reducido mi vida a cubrir necesidades básicas.
- Me he retirado del mundo exterior. (Quizás necesario?!).
- Me gusta cocinar para mi y mi pareja. Y experimentar con nuevas recetas.
- Me gusta quedarme en casa, dar un paseo e ir a comprar a las tiendas del pueblo.
- Me descubro como una persona más reservada de lo que yo creía.
Creo que:
- El sistema nervioso (sin saber muy bien que es) ha quedado tocado. Al principio muy débil y ahora parece más fuerte.
- La energía de los riñones quedó fulminada.
- El hígado quedó bloqueado e intoxicado.
- Los pulmones llenos de humo y nicotina.
- Esta crisis personal marca el final (muerte) de una vida y el inicio (nacimiento) de otra. Voy observando que algunos de mis personajes mueren y, lo que me resulta más difícil, quien voy siendo ahora. ¿Sin personajes? No lo se.
- Mi camino pasa por conectarme con mi sentir. Con lo que siento en cada momento y permitírmelo sentir.
- Pasa por poner la mente al servicio del corazón y el corazón al servicio de la Vida.
- Mi corazón está cerrado y ahora que lo sé, deseo acercarme a él y permitir que se abra.
He aprendido:
- Que el dolor, el miedo, la culpa y la soledad son capas de un mismo proceso.
- Que he usado máscaras para representar personajes que, en muchas ocasiones, nada tenían que ver com mi verdadero sentir interior. Y que esa desconexión de mi verdadero sentir era precisamente su función. Ahora lo voy comprendiendo y haciéndome responsable de ello. Me abro a ser más honesto conmigo mismo.
- Que mi niño interior no está cuidado, protegido, amado. Y que es importante para mi recuperar la conexión con él.
- Que mi niño interior ha marcado muchas de mis decisiones desde su dolor, miedo y soledad.
- Que ser una víctima ha sido una decisión mía y en mis manos está asumir la responsabilidad.
- Que conocer e integrar ciertos modelos de conducta (como el “bueno va, ya lo hago…” o el “No soy capaz de…” me puede servir para darme cuenta y ponerlos a mi lado (y dejar de estar yo a su servicio).
- Que la Vida es muy grande, más de lo que aquí pueda escribir y la "vida en sociedad" muy estrecha y requiere siempre una negociación interior para adaptarme.
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